Vida

En la boca del lobo: cuando la casa es el infierno para una mujer 


La violencia contra la mujer se ha convertido en una situación que ha empeorado en los últimos años. Casos como el abuso sexual, maltrato físico, acoso, entre otros, son factores influyentes en esta problemática que tiene como un punto máximo el femicidio.
Fueron 4867 denuncias por violencia de género las que registró Manabí en el 2018, según Nancy Mero, docente de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Laica Eloy Alfaro. En el informe, añadió que aún no se han realizado encuestas para determinar una cifra de los casos que se han presentado actualmente.
Un testimonio lleno de duras experiencias es el de Daniela Loor, portovejense, de tez blanca, cabellera castaña no muy larga; ella tiene 21 años de edad, aún es estudiante de secundaria y tras una actitud extrovertida y alegre recuerda su historia, donde vivió en carne propia las agresiones de su ex conviviente durante 5 años y las consecuencias que le ocasionaron en su vida los golpes, insultos y el irrespeto hacia su dignidad.



Daniela Loor, estudiante de secundaria con un triste pasado.
Daniela Loor, estudiante de secundaria con un triste pasado.

 ¿Qué edad tenía cuando   se unió a él?
 Apenas tenía 14 años     cuando decidí establecer   una relación seria con   él.
La primera pregunta cambió totalmente la actitud distendida de Daniela, quien ahora se muestra nerviosa y dubitativa.
Según un informe emitido por INEC, hasta el año 2011, se registró una cifra del 70,5% de mujeres menores de 16 años con mayor índice de violencia, con esto se evidencia que es una etapa frágil para establecer una relación conyugal, pues esto genera inestabilidad y mayor riesgo de manipulación por parte de su pareja.
¿Qué tiempo estuvieron conociéndose antes de que fueran novios?
Fueron dos meses antes del noviazgo, aunque él ya era mi vecino y lo conocía como una persona simpática y sencilla sin imaginarme que en algún momento todo sería diferente.
Los agresores tienden a presentar una actitud pasiva y confiable ante los demás y más a sus víctimas. Poseen una doble personalidad que los convierte en personas inestables y con problemas psicológicos. Un estudio realizado por el Ministerio de Obras públicas del Gobierno de Chile presenta algunas características que el agresor tiene y que dentro de su círculo social pasa desapercibido.
¿En qué momento de la relación empezaron las agresiones?
Todo empezó a los tres meses de nuestro noviazgo. Recuerdo que estábamos en una terraza discutiendo cuando me propinó una cachetada, el golpe fue tan fuerte que me tumbó al piso… nunca olvidaré que caí encima de una propaganda política, aquella fue la que salvó de lastimarme más. Hace una pausa y reflejando una sonrisa sarcástica confiesa: desde ese momento permití que lo siguiera haciendo.
Si desde aquel instante se dio cuenta de la actitud de su ex pareja ante los episodios de enojo ¿por qué decidió convivir junto a él?
Lo que llaman el enamoramiento estúpido seguramente, -ironiza y mientras mueve sus hombros tratando de restarle importancia, una mueca de desprecio aparece en su rostro y agrega-, estaba tan enamorada que le soportaba cualquier cosa porque después de esa cachetada vinieron peores golpes.
El silencio de una mujer puede ser su propia arma mortal. Sea miedo o el simple hecho de tener sentimientos hacia el agresor, es suficiente para alimentar cada vez esta debilidad y como consecuencia los problemas psicológicos se hacen presente.
¿Cuáles eran las emociones que experimentaba con cada episodio de maltrato? 
Aparte del dolor, la decepción de ver que cada día era peor y no cambiaba, pero también había muchas veces una sensación de alivio cuando después de cada golpe se me acercaba a pedirme perdón por lo que había hecho. Sin embargo, siempre me volvía a golpear, de dos a tres veces por semana.
¿Hubo algún golpe que tuviera fuertes consecuencias?
En realidad sí, un día me estrelló contra una pared de cemento mientras me levantó ahorcándome, como resultado quedé tres días inconsciente, honestamente no creí que sobreviviría… esa fue la última agresión que permití, luego de eso me separé definitivamente de él.
Fue su mamá quien tenía conocimientos médicos la que me reanimó, pero nunca tuvieron la consideración de llevarme a un hospital después de ese suceso, porque desperté en la misma casa sintiendo mi cerebro gigantesco y como mi sangre estaba toda acumulada en esa parte de mi cuerpo.
Cada 72 horas ocurre femicidio en el Ecuador, según un reporte de la Fundación Aldea.  Este estudio pone en evidencia un sistema machista en aumento donde los golpes, gritos y amenazas verbales no bastan si no que ya es necesario dejarla inconsciente o incluso provocarle la muerte. La violencia empeora cada vez más y son muchas las mujeres que han perdido su vida por asesinatos a sangre fría.



Daniela mientras simulaba el maltrato que sufría por parte de su ex conviviente.

 ¿Temía de algo para     tomar la decisión de     dejarlo?
 No, no lo deje porque   existiera algún temor   sino, porque la vida   que tenía junto a mis   padres tampoco era     agradable, mi mamá   era alcohólica y mi papá consumía o consume drogas, no lo sé. En mi hogar sufrí mucho, motivo suficiente para orillarme a buscar otro lugar por el simple hecho de querer escapar de allí. Prefería aguantar tres veces por semana ese maltrato que ir de nuevo a refugiarme junto a mis padres.
Las crisis familiares también son un factor influyente para que las féminas busquen a temprana edad la compañía de un hombre, por considerar que tendrán más apertura en su entorno, sin embargo, las experiencias con las que se encuentran resultan ser peores.
¿Cuáles eran los motivos que frecuentemente daban paso a los golpes?
La mayoría de veces era porque la comida que le hacía no era de su agrado, su ropa no estaba como él pedía, porque le preguntaba sobre su demora al llegar o simplemente por las veces que lo encontré con otras mujeres engañándome en mi propia casa. Tomaba actitudes como el lanzarme platos en la cabeza para continuar con puñetazos. Nunca le di motivos para que me golpeara, jamás lo traicioné.
¿Su familia hizo algo por sacarla de aquel lugar?
Lastimosamente no, mi mamá escuchaba los golpes día tras día, incluso, cuando la relación tenía casi un año de haber terminado, insistió para que volviera con él, incluso mi abuelo me decía que no me podía separar de mi pareja porque uno no debe cambiar a su acompañante todo un siempre.
Daniela vive actualmente con una tía, a la casa de ella iba cuando se separaban, “me separé tres veces”, actualmente trabaja como manicurista y está cursando el último año de secundaria, “mi tía me ha apoyado, siempre me decía que regresaría y tenía mucha razón” aseguró con una sonrisa más tranquila en su rostro.
¿Consideras que has superado ese pasado?
Para nada, a veces me levanto pensando que él está cerca, de madrugada me despierto y siento que está atrás mío y que la vida que tengo ahora es solo un sueño. Hace días mi novio me intentó levantar la voz, fue una tontería realmente, pero sentí que me quería pegar, mis amigas dijeron que exageré,finalizó.
En un estudio realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo se logró definir que los daños psicológicos recibidos a causa del maltrato físico pueden ser permanentes, generando malestar en el diario vivir de los afectados y los convivientes.
¿Has buscado ayuda psicológica?
No, me da miedo, he ido a psicólogos, pero todos indican que cuando están a punto de encontrar la raíz del problema, dejo de ir, temo volver a ser sencilla y frágil, sonrió irónicamente.
Daniela comentó al finalizar que le gustaría formar una organización de protección a mujeres, no debemos permitir más violencia, el simple hecho que te levanten la mano en señal de cachetada ya es violencia, eso debe parar, pero primero tengo que prepararme académicamente, afirmó que la situación fue grave, no lo denunció ni lo denunciará debido a que no le suma ni le resta que esté encerrado en una celda.
El problema de la violencia hacia la mujer ha existido siempre, las denuncias año a año aumentan, pero los trámites de seguimiento ante los casos en la corte son cortados por la ausencia de las denunciantes. Daniela asegura que no volvería nunca con ese hombre, sin embargo, la ha buscado un par de veces. espera pronto poder ayudar a las mujeres desde lo que le sea posible, ironizó concluyendo que“sería mejor si nosotras los golpeáramos a ellos”.

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